En tus manos divinas de Padre
hemos puesto, Señor, nuestro mundo.
1-
Estos brazos que elevan alegres
las ofrendas de vino y de pan.
2-
Esta tierra labrada con pena
donde brilla velada tu luz.
3-
El trabajo que une a los hombres
con abrazo de esfuerzo común.
4-
Nuestro mundo camino hacia el cielo,
nuestras almas sedientas de Ti.